ISLA DE BASURA
Islas gigantes de plásticos: la basura en el mar ha llegado a crear enormes islas de plástico en los grandes océanos de la Tierra.Actualmente, existen 5 islas que se han formado allí donde confluyen las corrientes oceánicas.La isla más grande es la del Pacífico. Su sobrenombre, el séptimo continente, ya lo dice todo y no es para menos. La isla de basura que flota en el Pacífico con un tamaño similar al de España, Francia y Alemania juntas, es el mayor vertedero oceánico del mundo con 1,8 billones de trozos de plástico flotante que matan, cada año, a miles de animales marinos entre California y Hawái.
¿DONDE SE ENCUENTRA NUESTRA BASURA?
Sabemos que se producen toneladas de plástico diariamente y que de estas solo se recicla un 9 %, pues entonces, ¿qué ocurre con el resto de nuestra basura?, lamentablemente esta se encuentra en océanos, corteza terrestre y, aunque nos sorprenda, en el aire que respiramos.
En océanos
El impacto medioambiental del plástico en el mar es quizá el más visible. Se puede decir que el mar se ha convertido en uno de los grandes vertederos de este material a nivel mundial. A raíz de esto, muchos animales marinos aparecen enredados, asfixiados o incluso consumen este tipo de residuos de plástico que pueden provocar su muerte.
Y, por si fuera poco, cuando el plástico entra en contacto con el agua se liberan compuestos altamente contaminantes y peligrosos como el bisfenol A, lo cual acaba con la vida de muchas especies marinas.
También se produce una gran acumulación de plástico y microplástico en los océanos. Por ejemplo, en la tristemente conocida como “isla de basura”, que se encuentra en el Océano Pacífico y cuya extensión es de 1.6 millones de kilómetros cuadrados, donde el porcentaje de plástico representa el 96 % de la acumulación plástica. Lo preocupante de estas cifras es que los microplásticos, debido a su ínfimo tamaño, son propensos a introducirse en la cadena alimenticia de la vida marina.
En la corteza terrestre
Cuando un envase, bolsa o botella de plástico cae al suelo, rápidamente se produce la liberación de sustancias tóxicas que van a dañar sus propiedades. Y no solo eso, lo más probable es que se acaben filtrando por el subsuelo, afectando así a las aguas subterráneas y nutrientes del suelo.
Como consecuencia todas las especies que se alimenten de esa agua o de las plantas que crecen en él, acabarán dañadas.
Aunque el estudio sobre la contaminación por microplásticos en la corteza terrestre se ha desestimado, nos sorprenderá saber que esta representa entre 4 a 23 veces más que en los océanos. Un ejemplo de contaminación por microplásticos son las plantas de tratamiento de aguas residuales, pues su materia prima representa una gran fuente de estos contaminantes que provienen de los innumerables productos de cuidado personal, lavandería, entre otros; de los cuales entre un 80 y 90 % de los microplásticos son retenidos en los lodos (producto del tratamiento de agua residual), que incluso después de su tratamiento siguen conteniendo estos contaminantes, posteriormente estos lodos son usados como fertilizantes en tierras agrícolas dando como resultado la acumulación no deseada de microplásticos en la corteza.
En el aire
Si hablamos sobre el impacto medioambiental del plástico en el aire, tenemos que diferenciar entre su fabricación y su quemado. Son las dos grandes fuentes de contaminación en este medio. Tanto en un caso como en el otro, se liberan toxinas bastante perjudiciales para nuestro entorno y nuestra salud.
Y como si no fuera suficiente, estudios revelan que los microplásticos pueden ser transportados por la atmósfera a lugares que incluso se creían que eran ajenos a esta contaminación. Estos hechos sugieren que los microplásticos pueden estar ingresando a nuestro cuerpo por un proceso tan básico como el de respirar.
Los residuos plásticos están sofocando a nuestro planeta. Están matando especies marinas, contaminando el aire que respiramos y dañando cada vez más a nuestros océanos y ríos. El plástico está en todos lados, en parte debido a que tiene muchas ventajas para el empaque y otros usos. Por ejemplo, el plástico es esencial para prevenir el desperdicio de alimentos, mantener el equipo médico en condiciones higiénicas y constituye un empaque liviano. Pero por más útil que sea, el plástico no pertenece a la naturaleza.
Se estima que 8 millones de toneladas de plástico llegan hasta nuestros océanos cada año; esto equivale a un camión de volteo cada minuto. El plástico tarda cientos de años en degradarse y apenas estamos empezando a comprender su impacto en la vida silvestre. Si no cambiamos el sistema global de producción, consumo y manejo de los residuos plásticos, se estima que para el año 2050 el equivalente en peso a la cantidad total de residuos plásticos en los océanos será mayor que el de todos los peces. Además para entonces, el 99% de las aves marinas habrá ingerido plástico.
Muchos de nosotros hacemos esfuerzos adicionales: reciclamos, llevamos bolsas y cubiertos reutilizables o buscamos productos con empaques sostenibles. Sin embargo, ninguna persona, comunidad, organización o gobierno puede hacer frente a este problema por sí solo.
La mitad de todo el plástico que se ha producido hasta hoy se fabricó tan solo en los últimos 15 años. La contaminación por plásticos continuará causando estragos en la naturaleza si no hacemos nada al respecto.
Toma conciencia del impacto mediombiental.
Tenemos una responsabilidad con el planeta, y el primer paso para cumplir con ésta es tomar conciencia de que somos parte del problema, y el siguiente es decidir ser parte de la solución.
¿Es la contaminación el único problema del plástico?
No, también es un factor causante de la crisis climática.
La producción de plástico es uno de los procesos de fabricación más intensivos en energía del mundo. Este material se fabrica a partir de combustibles fósiles, como el petróleo crudo, que se transforman mediante calor y diversos aditivos en un polímero. En 2019, los plásticos generaron 1.800 millones de toneladas métricas de emisiones de gases de efecto invernadero, el 3,4% del total mundial.
¿De dónde procede toda esta basura plástica?
El sector del envasado y empaquetado es el mayor generador de desechos plásticos de un solo uso en el mundo. Aproximadamente el 36% de todos los plásticos producidos se utilizan en envases o embalajes. Esto incluye los embalajes de plástico de un solo uso de alimentos y bebidas, el 85% de los cuales acaban en vertederos o como residuos gestionados de forma inadecuada.
La agricultura es otro sector en el que el plástico está omnipresente: se utiliza en todo tipo de productos, desde recubrimientos de semillas hasta películas de mantillo (abono).
La industria pesquera es otra fuente considerable de desechos plásticos. Recientemente, se han realizado estudios que sugieren que más de 100 millones de libras de plástico llegan a los océanos provenientes únicamente de los aparejos (redes, anzuelos, etc.) de pesca industrial.
La industria de la moda es otro gran consumidor de plástico. Alrededor del 60% del material con el que se confecciona la ropa es plástico, incluido el poliéster, el acrílico y el nailon.